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De la ciencia al arte: «Yo elijo fotografiar partos, pero sin darme cuenta de por qué lo elijo»

Fotografía: Jazmín Goldemberg

Por: Daniela Sosa, alumna del Máster en Periodismo de Viajes 2024.

“La vida es ese viaje que emprendemos todos” así es como lo asegura la ingeniera, doula y
fotógrafa Deborah Elenter. En sus 20 años como ingeniera química; un día decidió ajustar su
brújula de vida, explorando el camino de la fotografía de partos, después de haber
experimentado la maternidad. En ese instante decidido que hay momentos que deben ser
congelados para siempre en el tiempo, y como lo expresa ella “me empapé, con lo maravilloso
del momento, con la energía que sucede ahí, con ese momento único e irrepetible, trascendente
absolutamente en la vida de una familia”. Llena de altas y bajas, como la vida misma y ante todo
pronóstico, 10 años después, es la fotógrafa de nacimientos más conocida de Uruguay.

De la ciencia, al arte, ¿cómo fue ese viaje?

Soy ingeniera química de profesión. Estudie en Uruguay. Hice un máster en Estados Unidos en ingeniería ambiental. En 2008 tuve mi primer hijo y me volví con mi esposo a vivir a Uruguay. Trabajé unos años en proyectos. Pase a ser coordinadora, implicaba mucha más responsabilidad y horario, pero siempre lo disfruté mucho. Después se me empezó a entrelazar y conflictuar con la maternidad. Tuve a mi segundo hijo y me costó bastante volver de la licencia maternal. Seguí trabajando, pero ya algo me estaba haciendo ruido. En el 2010 había empezado a estudiar fotografía. Cuando tengo a mi tercer hijo, que ya venía haciendo cursos, ahí es cuando decido dejar mi trabajo.

¿Qué fue lo que te llevo a dejar tu trabajo de ingeniera?

Me desenamoré de la ingeniería, me enamoré de mis hijos por un lado y me estaba pesando en mi vida personal. También me desencanté con la parte más frívola de la profesión y empecé a buscar hacer cosas más sensibles. Necesitaba conectar con el lado más sensible de mí. La maternidad despertó de ese lado, conflicto vocacional, conflicto maternal de alguna manera y personal en el sentido de que quiero hacer algo que tenga un impacto, que me guste, que lo sienta.

¿Cómo llegas a fotografiar nacimientos?

Cuando dejé la ingeniera, hice un taller de proyectos de fotografía de autor. Y ahí se me despertó la veta artística. Y cuando tuve que elegir el tema, a mí me sale, «Yo quiero fotografiar partos». Y el profesor me decía: «Pero ¿cómo vas a lograrlo?, ¿A quién vas a convencer? «. Era muy raro mi planteo. Fue en el 2015, envíe una carta pidiendo permiso al Pereira Rossell (el hospital público más grande de Uruguay), y me habilitaron. Y ahí es cuando me embarco en el mundo de la foto de nacimiento.

¿Qué fue lo que te inspiró de los nacimientos?

Siento que la vida es ese viaje que emprendemos todos, y el nacimiento es el inicio. Es un viaje mágico. Lo que sucede ahí, es increíble. Hay una parte que a veces se pierde y es con lo que yo me empape, con lo maravilloso del momento, con la energía que sucede ahí, con ese momento único e irrepetible, trascendente absolutamente en la vida de una familia. Entre en el primer parto y dije «wow», me voló la cabeza con lo que estaba pasando. Seguí yendo y pensaba, esto es increíble. Empecé a preguntar, a informarme. Me enamoré de la energía, me encanto el proceso.

¿Y por qué elegís fotografiar partos?

Yo elijo fotografiar partos, pero sin darme cuenta de por qué lo elijo. Hoy 10 años más tarde te digo que tiene que ver con la maternidad y con la elección o no de como nacieron mis hijos. Yo tuve tres cesáreas y en mi segunda cesárea es con la que digo que tuve el ¨trauma¨, no es un trauma, es la memoria que me generó. En el hospital donde nació mi segundo hijo, en 2010, cuando nacía el bebé se iba con el neonatólogo y tu pareja. Y vos, quedabas sola en el block con los médicos interviniéndote. Y tengo el recuerdo de que me agarro picazón en la cara que no podía más y estaba atada. No sé cómo fue la realidad, yo sé cómo yo lo percibí, me picaba y no me podía rascar y recuerdo de pedir ayuda y que nadie me venga a ayudar. Tuve que gritar para que me escuchen y me vengan a ayudar, es una pavada, pero estás sola, recién nació tu bebe, con todos los miedos. No debería ser así.

¿Cómo pensás que sí debería ser?

Yo soy pro-parto respetado y parto respetado es que una se informe y decida lo que quiere hacer. Si vos te informas y elegís una cesárea electiva, te aplaudo de pie. Te informas y elegís otra cosa, que puedas tener otra forma de parir.

Fotografiar un nacimiento puede ser delicado ¿Cómo elegís qué foto tomar?

Se lo pregunto a las familias, qué tipos de fotos quieren y qué tipo de fotos no quieren. Hay algunas familias que me dicen «no quiero perderme la cara de él, cuando nazca nuestro hijo y sé que voy a estar en otra», entonces me enfoco más en la pareja. En el expulsivo, quieren sacar bien lo explicito o les importa más la emoción y ahí a mí me sirve para saber de qué lado me paro, si es del lado de la mujer para ver como ella ve que nace el bebe o del otro lado para ver cómo va naciendo. Son fotos documentales de parto, no son para todo el mundo, son para tener íntimas, para recordar ese momento tan importante.

La llegada de Gonza. Parto en cuchillas. Fotografia: Deborah Elenter

Además de fotógrafa, te formaste como Doula, ¿en qué te ayudó en el momento de fotografiar un nacimiento?

Formarme como doula me abrió otro mundo. Me abrió otra sensibilidad hacia el momento y siempre digo que el doulaje me ayuda a ver desde donde saco la foto, no desde el lugar físico, sino del corazón. Donde empatizar, respetar, sensibilizarme, estar presente. El don es estar presente, estar disponible y pensar en la persona que está pariendo ahí. Desde ese lugar se me transformo la vida.

Tienes varios proyectos enfocados en los nacimientos, pero distintos: Neo Photography y
Puérpera. ¿Cómo nacen?

Tuve que armar varios proyectos, porque lo que yo quería como proyecto personal no era lo que las familias se querían llevar. Y entonces cree @puérpera y @Neophotography. En «puérpera», hay preguntas que hubiese querido que me hagan y diferentes fotos del proyecto, pero esas fotos no son necesariamente las que alguien quiere registrar como recuerdo de un nacimiento. Por eso es como que tengo dos personalidades, en una, la que trabaja en la parte artística y la otra que ofrece el servicio de fotografía de nacimientos que es Neo.

¿Por qué el nombre «Puérpera» a tu proyecto artístico?

Mi proyecto se llama puérpera por un motivo bien gráfico. Yo iba al Pereira a la guardia y en el cuarto médico hay un pizarrón, con el número de cada sala, con el nombre de la paciente y todos los datos. Luego del nacimiento, borran los datos y ponen «p» de puérpera. Yo cuando vi que empezaban a borrar los datos y poner «p», no podía creer, después de parir perdés tu identidad, ya no importa quién sos, no importa cuantos años tenés, si tenés más hijos o no, sos puérpera. Me pareció tan gráfico. Yo sé que no es con mala intención, pero ahí es cuando la medicina deshumaniza a la persona.

Fotografía: Deborah Elenter Proyecto «Puérpera»

Y ¿Por qué «Neo Photography?»

Porque pasa el trabajo de parto, el período de transición, el período expulsivo y cuando está por nacer el bebé, ¿qué pasa en el Pereira? «NEO, NEO, llamen a NEO». Y ahí llegan los neonatólogos. Me encanto desde ese lugar, es un grito, neo es nuevo también, y es «el» momento. NEO, es ese momento específico del nacimiento.

Fotografía: Deborah Elenter Proyecto «Neo photography»

En tus fotos, veo que te enfocas mucho en la placenta, ¿Por que te parece tan importante?

Tomo la placenta como algo simbólico. Es algo mega importante durante la gestación y el parto, es un órgano, que, aunque es efímero, es crucial en el embarazo y muchas veces se desecha. Hago un paralelismo, y me voy solo a la parte artística, la placenta significa la mujer en el momento del parto y como desechamos la placenta muchas veces, la mujer queda relegada o desechada en este proceso. No se la escucha, no se la ve y no participa. Queda como desecho. Es algo totalmente simbólico, es una metáfora que utilizo para hablar de lo que yo pienso y reflexiono.

¿Qué es lo más importante al fotografiar un parto?

Como siempre les digo, lo que está pasando es siempre más importante de lo que yo estoy haciendo. El respeto por la situación y por las familias, es una característica fundamental. La empatía es fundamental. En muchas cosas de fotografía de autor me parece que hay que tener ese respeto por las personas, por los lugares, por lo que está pasando y no pasar una barrera que pueda incomodar a alguien.

Recordar, del latín re-cordis: volver a pasar por el corazón

De ingeniera química a doula y fotógrafa de partos, Deborah emprendió un camino largo pero lleno de satisfacciones. Desde la empatía por un proceso que la autora considera maravilloso, como es dar vida, logra captar imágenes que sin duda serán valiosos tesoros para las familias. Imágenes del inicio de un viaje que transformará la vida de todos los involucrados para siempre. Además, su trabajo como fotógrafa logra dar voz a la mujer en sí, al proceso fisiológico que es el embarazo; y el parto; y todo lo que esto significa, siempre haciendo hincapié en el respeto que merece.

La magia de su arte (y de la fotografía en sí), sin duda es «volver a pasar por el corazón» a esos
momentos trascendenciales de la vida