En el marco del proyecto “Frontera Caribe”, que busca fortalecer el periodismo y la investigación sobre la frontera entre República Dominicana y Haití, entrevistamos a David Rull, doctor en Egiptología y profesor en másteres de periodismo de viajes y comunicación ambiental.
Rull nos invita a repensar las fronteras como construcciones culturales más que límites físicos, y destaca cómo el periodismo puede generar narrativas más equitativas, visibilizando tanto conflictos como encuentros, y dando voz a mujeres migrantes y trabajadoras fronterizas. Además, subraya la importancia de integrar la dimensión medioambiental y la perspectiva histórica para comprender tensiones y oportunidades de diálogo en estas zonas. Sus reflexiones ofrecen claves para construir relatos periodísticos responsables, plurales y transformadores.
¿Cómo puede el periodismo contribuir a generar narrativas más equitativas sobre las fronteras y los territorios en conflicto?
Observando las fronteras como una construcción intersubjetiva, es decir, como el resultado de un consenso –o, muchas veces, de una imposición– entre humanos que tiene poco que ver con la realidad material. En el mundo físico no hay fronteras. En este sentido, el periodismo, debe indagar y contar cómo se han creado esas fronteras porque tienen su origen en una construcción cultural y, por tanto, humana.
¿Qué enfoques narrativos y metodológicos permiten cubrir la violencia fronteriza o migratoria sin recurrir al sensacionalismo ni revictimizar a las personas afectadas?
Un enfoque narrativo plural y que intente huir de sesgos y clichés preconcebidos. Las fronteras son lugares de encuentro y desencuentro. Se pueden contar, por tanto, desde ambas perspectivas. Solemos dar voz a los desencuentros porque son noticia, pero también hay muchos encuentros que pasan desapercibidos. El reto es encontrarlos y saber narrarlos.
¿De qué manera las historias de mujeres migrantes y trabajadoras fronterizas pueden transformar las narrativas mediáticas sobre movilidad, cuidado y resiliencia transnacional?
Las mujeres suelen ser las víctimas silenciosas de muchos conflictos, pero también las que aglutinan sociedades y pueden ofrecer un mensaje pacificador. Darles voz, además de construir en la igualdad de género, nos puede mostrar una perspectiva insólita de las fronteras.
¿Qué estrategias periodísticas permiten incorporar la dimensión medioambiental en la cobertura de conflictos migratorios o fronterizos vinculados a los recursos naturales y la degradación ambiental?
La dimensión medioambiental ya no es un elemento indisociable en ningún hecho migratorio o fronterizo. Por desgracia, el cambio climático tensiona fronteras y exacerba conflictos interculturales a lo largo y ancho del planeta. La franja africana del Sahel, por ejemplo, es un claro ejemplo de esa causa-efecto en la que el cambio climático está generando o intensificando tensiones entre países o fronteras que se establecieron desde occidente.
¿Qué modelos de colaboración entre universidades, medios y comunidades pueden fortalecer la producción periodística transfronteriza desde la co-creación y el intercambio de saberes?
Desconozco qué modelos concretos, pero entiendo que desde la academia se puede favorecer una mirada más crítica y, ante todo, mucho más profunda y diversa del origen y el significado de las fronteras. La perspectiva histórica, por ejemplo, nos puede ayudar a entender el origen de muchas fronteras y conflictos, y también puede ser la clave para encontrar vías de negociación y pacificación.
David Rull nos recuerda que las fronteras son construcciones culturales y que el periodismo puede darles sentido, visibilizando voces silenciadas y ofreciendo relatos más justos, inclusivos y transformadores.








