El refugio y el lago

Xaluca Spa Aguelmame Sidi Ali (Fez, Marruecos). Olor a madera de cedro. Parajes volcánicos. Paisajes terapéuticos. Silencio auténtico. Y muchas historias.

Un antiguo refugio de cazadores y pescadores, que data de 1930 y se sitúa en las montañas, a una hora y media de Fez, se ha convertido en el nuevo “hogar” de la familia Xaluca. Bajo el liderazgo ilusionante y vocacional de Tayeb Ettaiek y Lluís Pont, esta cadena hotelera extendida por todo el país ha sabido amalgamar tradición y modernidad. El hotel del lago es un nuevo y claro ejemplo.

El viajero que llega este paraje ve como, de repente, el ruido de los mercados y las ajetreadas calles de Fez, dan paso a un enclave presidido por un silencio que te abraza desde el primer momento. Y por una naturaleza que te invita a explorar: antiguos restos volcánicos, familias semi nómadas que habitan por los alrededores o la inmensidad de uno de los lagos más grandes del país. Es inevitable topar con la desconexión y paladear una suerte de retorno al origen, a las raíces, al principio.

En el interior, muchas historias tras cada objeto, cada habitación y cada detalle. Los espacios parecen estar preparados para justamente ejercitar el arte del storytelling, o mejor, de la buena escucha. Sentarse en sus sofás, junto a alguna de las chimeneas, es una oportunidad de entender que, muchas veces, viajar es aprender, desaprender, descubrir lo lejano, topar con lo diferente, pero también concebir y comprender que somos muy parecidos, muy cercanos, muy iguales. Y, entre el crepitar del fuego y las rocas macizas del lugar, el visitante percibe que algo sucede. En esa atmósfera existe un elemento invisible muy especial. La construcción, confeccionada con maderas de cedro de la zona, genera un ambiente único: un aroma especial lo envuelve todo.

Y hay más: la luz de las 32 habitaciones, la refinada gastronomía del desayuno, el almuerzo o la cena; el spa, la piscina interior, el personal… Pero lo más destacado, sin duda, es la autenticidad de todo y de todos. Y a 2.200 metros de altitud, lo mejor, el verdadero regalo, es la oportunidad –difícil, pero valiosa– de sentarse a tomar un café escuchando las historias que acumula Lluis Pont, motero, corredor de ralis (completó el Dakar), viajero, explorador y –aunque no sea periodista, como diría Ryzard Kapuscinski– una buena (excelente) persona.

DATOS BÁSICOS:

• Xaluca Aguelmame Sidi Ali
• Sitio web. 
• Dirección: Agelmam, 32J4+782, Marruecos.
• Teléfono: +212 701-690688.